Son varias que van saliendo y voy a intentar no desmenuzarlas ni adornarlas demasiado. Hace un tiempo no escribo de mí, he preferido sacar el botón que me posee y poner la mira en otro lado pues ya vengo bastante agujereada.
La ida a terapia implica 10 cuadras desde el subte hasta el monoambiente de Marta, mínimo ya llevo 20 y le sumo 17 después a mi casa. Tiempo suficiente para ver y para darme cuenta que veo. Cada cual ve lo que ve por algo, a mí me miran más las del pelo liso, y yo miro las parejas. No modifico las cuadras así no me distraigo al enfocar los blancos en mi espíritu, y cada vez son más, y aparecen de todas partes, aparecen hechos palabras y recuerdos, porque la terapia no es solo para abrir la olla, como bien lo dice mi amiga Vero es sacarle el hollín. Llevo dos meses y ya tengo el brazo a punto de explotar.
El rating lo lleva mi vínculo, más bien mi ausencia de vínculo con mi con pais, y todo lo que representa, la amorosa familia que me espera, las personas que comparten mi historia de siempre, mi lenguaje, donde no tengo ni explicar ni traducir nada, donde solo dos palabras pueden devolverme la película 25 años y es como si el tiempo no hubiera pasado, y todo esto tan disfrutable para mí no es suficiente.
Después sigo, hoy veo CQC…
