Me he deleitado durante dos días con un poco más de ocho bandas en el Personal Fest. Los festivales -además de dejarme más que satisfecha por el costo/beneficio- me enfrentan por muchas horas con seres humanos separados de mí a una distancia que usualmente desconozco.
Acá tres ejemplares de parejas que sin quererlo -ni ellos ni yo- me acompañaron durante algunos temas.
* En Jesus & Mary Chain, me topé con unos que lograban el efecto Mamushka, eran tan compactos como inofensivos, ella lo prefería a sus espaldas, abrazándola como un oso, él la protegía firme y seguro de todo aquél que osara tocarla. Eran uno de esos vecinos casi perfectos porque visualmente ocupaban el espacio de uno pero tanto amor profesado me forzó a abandonarlos.
* A estos otros me los crucé en REM, él no paraba de grabar una de las grandes pantallas que teníamos al lado, con tan poca vocación YouTubística que inclusive le daba la espalda a la banda que motivaba su brazo erguido, solo sostenía la cámara sin enterarse lo que estaba haciendo, pero eso si de vez en cuando lanzaba un solitario grito o un bostezo desencajante. Ella sentía que tenía que entretenerlo en su odiosa labor así que le hablaba estupidez tras estupidez atreviéndose a ignorar y pisar las palabras –no sólo habladas- de mi amado Michael Stipe.
* Cuando estos clones scaneados y controlcopyados se dieron cuenta que estaban ahí soportando tanto aburrimiento sólo por los mensajes que con The Offspring de fondo le grabarían a un amigo, desenfundaron su cámara y con una interpretación destacable le demostraron al confiado amigo que la estaban pasando bomba! Para matar el tiempo entre hit y hit se daban insípidos besos y revisaban una y otra vez las pruebas de su éxtasis rockero.
