viernes, 18 de enero de 2008

VERGÜENZA CANINA


Una de las cosas que más disfruto es caminar, si tuviera un perro éste seguro tendría las piernas de Ronaldo y el cuello de Tyson, así que supongo que con ese tamaño iría por la vida dejando soretes de una proporción descomunal.

Cuando este Ronyson tuviera retorcijones podría tener la opción de frenar, cagar y seguir. Como en un semáforo, mientras los caminos de otros se cruzan por el tuyo, tu esperas.

El perro entiende leyes de convivencia y respeto, pero lamentablemente para ellos la puesta en acción de sus decisiones –no necesariamente las mejores- muchas veces depende de quien le toco de compañero, así que él va por la vida confiando que aquél no lo vaya a hacer pasar vergüenzas!

Una simple y básica bolsa es lo único que puede librar a los abochornados perros de tan humano sentimiento.