lunes, 14 de enero de 2008

QUE AFLOJA ESA MANITO?


Qué hace que ciertos elementos te hagan perder la capacidad de contracción de la mano, generalmente en espacios abiertos?

Estamos hablando de elementos como una botella plástica de cualquier tamaño, bueno todavía no llegamos al garrafón de agua -pero sólo porque nadie va con un garrafón por la vida-, tamaños que por supuesto incluyen el de 2,5lts que para ser abandonado sin la más mínima piedad… es muy grande!! Y obviamente el tamaño personal que pareciera que en su brieff hubiera recibido el magistral aporte de algún publicista brillante dejando bien estipulado como “atributos del producto” que subliminalmente al terminarse aflojara la manito del consumidor.

Las cajetillas de cigarrillos, y sus fieles inauguradores el celofán y el papel plateado que vuelan sin compasión tan pronto hacen contacto con el ser humano, los paquetes de papas fritas, el de las barritas de cereal, los papeles de chicles y todos los de esta misma estirpe, producen un efecto de superioridad -o inferioridad, depende como lo veas- que hace apretarlo y tirarlo, soltarlo, bombardearlo contra el piso, batearlo, patearlo… en cualquier caso abandonarlo en la mitad de la nada.

Pero sin lugar a dudas el que más me descompone es el maldito papelito del bondi, sensación que está en gran parte potenciada por la frecuencia. Este indeseable compañero creo que esta hecho de un material especial que al cogerlo (léase agarrarlo) desprende una pócima que entra directamente hasta el tejido subcutáneo, se linkea directamente con el cerebro y debilita la mano del poseedor justo en el momento que éste pisa tierra. OJO se han descubierto casos de personas más evolucionadas que han resultado inmunes a este efecto.


El encanto de Buenos Aires va más allá de su especial estructura y todo lo que ella involucra, los argentinos -aunque a la gran mayoría les parezca exagerado- le dan a esta ciudad el alma que la hace tan mágica. Estaría bueno que muchos de ellos con todas sus fuerzas se concentraran y vencieran esa corriente loca que afloja la manito.