domingo, 26 de abril de 2009

EU MISTURO, A GENTE MISTURA



Mi vida suele ser agitada en el diámetro de mi intimidad, la mayoría de mis movidas personales no involucran a nadie más que a mi misma, cuando me misturo con otros seres humanos es sólo por unas horas para compartir un café, una cena o unos danzarines tragos.

Pero en las últimas semanas esa mistura se modificó un poco, recibí por una semana a mi amigo Pablo, pasé unos días en El Calafate rodeada de turistas, y las esporádicas horas de goce se multiplicaron como por arte de magia.

Pablo vino no sólo con sus adquiridas costumbres ibéricas que siempre serán bienvenidas, vino con los 15 años de amistad que nos unen, vino a recordar historias comunes, y vino también a mostrarme que compartirme *desde el lugar mas real* no es tan insoportable como yo creía.

Doblar una sábana es realmente fácil entre dos, lograr una foto bizarra es mucho más divertido, encontrarle un mejor ángulo al espejo sólo es posible desde la mirada de otro, llegar a casa después de un viaje y encontrar a alguién deseoso de oír tus experiencias es mucho más placentero que solo tener la opción de escribirlo en un blog.


Viene bastante sociable el otoño, veremos si el invierno trae alguna mistura que caliente mis horas de sueño.