
Hablando con un amigo concluímos que el sushi te eleva y te llena de grandeza, que esa sensación puede ser compartida de la misma manera por dos personas, y que el QUE LE GUSTE MUCHO EL SUSHI es absolutamente indispensable en toda quimérica lista.
Esa lista que algunos tienen muy vagamente en su cabeza –como mi amigo- y otros la tenemos tallada a mano en una piedra en el fondo del Mar Caspio.
Ya que le iba a sumar lo del sushi la leí nuevamente, -algo que hago solo cada vez que sumo porque no puedo hacerme ese viajecito todo el tiempo-, y me dí cuenta que lo que puedo tildar sin conocerlo bien es muy poco, lo que creo lo hace mas interesante.
Obviamente este resultado salió del que hoy hace parte de mis fantasias, uno con el que acabamos de compartir situaciones similares que me hicieron hacer foco en él y conocerlo un poco más. De la lista hasta ahora solo sé que lee y que cuando esta sentado cruza la pierna como mujer. Sobra decir que ningún punto en contra, y algunos que algo suman y no restan.
Como la idea no es buscar desesperadamente al que encaje en la mayoría de los requisitos, sino dictar el mandato y dejarlo volar para que haga lo suyo, hoy voy tranquila confiando en el justiciero encargado de patearme cuando haya un autogol.