Y aquí dos teorías que he venido desarrollando acerca de los pelos en los hombres:
1. Los pelados están obsesionados por no dejar ver esa sombra que delata la ausencia eterna de focos de pelo en su cabeza, así que extienden la manía al resto de su cuerpo y mantienen sus pelos cuidadosamente desvastados, esto por supuesto -y ahí está su gran mérito-, incluye la zona originalmente moñosa y selvática.
Dios bendiga esas cabezas peladas!!
2. Estoy segura que la mayoria de los hombres que tienen al amigo muy abrigado nunca han estado con una mujer que les diga que refrescarlo no es de putos, que se agranda –sensorialmente-, y que además dan ganas de mimarlo!!
Tuve que ser yo la que sin estar, estuve.