
Después de recibir afectuosos besos y buenos deseos en un portuñol conmovedor, atravesé las puertas del aeropuerto Guarulhos de SP.
Llegue a la fila de LAN la cual estaba corta pero lenta, un grupete de colegas había ocupado el tiempo de la única persona que atendía al popular “economic class”.
Mi espera se distrajo con la presencia de un mini grupo el cual tenía un integrante realmente lindo -para mí -. Ese chico bonito estaba en mi vuelo, asi que existía la posibilidad de que durante 3 horas lo tuviera a mi lado, algo bastante improvable, pero todo es posible.
Lo había olvidado cuando lo vi caminar por ese pasillo angosto buscando su asiento, lo empecé a atraer hacia mi 30L, pero lamentablemente su destino era unas Ls adelante al lado de una chica.
Quedaba la opción del vuelo desocupado y su reubicación de posiciones, así que mi power tendría que empezar a trabajar con más punch!
Aparecio detrás del espaldar y muy cordialmente le explicó a un desconocido algo de su blackberry o alguna porongada de esas.
Me encantó, tenia una nariz grande y era como amarillo, hablaba español, pero no era argentino, tenía un acento raro. Ay me encantó!
Yo ya me había reubicado y yacía sola en una dupla de asientos sobre el ala cuando por el alta voz llamaron a una chica, una nueva posibilidad, que fuera la vecina. La forcé a levantarse de ese asiento y dejar libre a mi amable gostoso. Y así fué, se paró y le dió a él la opción de cambiarse -si era lo que él o mi mente querían-, hizo un barrido lateral y empezó a buscar sus cosas.
Como en Batalla Naval, le marque las coordenadas y lo sente ahí, en el barco de tres a mi lado. Como es un chico amable miro agradablemente a todos sus nuevos vecinos, incluyéndome obviamente. Durante el vuelo nos cruzamos algunas miradas y sonrisas, y como siempre me escondi, esta vez atrás de mi nuevo libro “Jimi Hendrix A dramática história de uma lenda do rock”.
En la fila de inmigración quede atrás de él, estaba con un acompañante que solo falaba portugues… o meu bonito mosso falo para ele em seu idioma, mientras él le hablaba, su amigo esperaba algun silencio para bombarderme con miradas y sonrisas.
Creo que lo sente a mi lado en el avión solo para probarme que podía, al pedo!
Umm son tantas las delicias que me he perdido por estar probándome lo probable…