lunes, 4 de febrero de 2008

DELICIOUS



De lo mejor del verano es esa constante exposición de pieles, todos tengamos el cuerpo que tengamos, las manchas, cicatrices, marcas o lo que sea nos vemos obligados a exponerlas al mundo porque el majestuoso sol así lo exige.
Y además de los tipos de pieles están tambien los colores, los que son de siempre y los adquiridos.
Ayer vi una mujer mayor muy muy muy muy bronceada, tanto que era muy llamativo más por la falsedad del color que por el RGB que hubiera logrado.
El color nos disfraza, es un accesorio mas, es un tatuaje cuatrimecino? Hasta un nivel que no duela mirarlo no importa cualquier excusa es válida, pero en un nivel exagerado que esta reemplazando?

Puede que esa mujer se inspire apetito, un deseo incontrolable que la haga ver exquisitamente achocolatada –como el de axe-, puede ser que en las noches bajo la liviana sabana que la cubre chupe sin compasión ese cholocate elástico que la recorre y así sin ningún remordimiento logre hastiarse de la ricura que recorre su cuerpo.