
Ví el helicóptero blanco y me acordé de la sonrisa miedosa de Jack Shephard montado en uno igual, pero pensé que me estaba obsesionando mucho con la popular serie y preferí que ese flash quedara en el olvido.
Poco me duró porque cada nuevo suceso o detalle develado del rescate de Ingrid y sus acompañantes involuntariamente me linkeaba a Lost: el campamento/escotilla, el misterio atrás de todo, el bebé parido en la isla/selva, los supuestos enemigos: las Farc/ los Otros, la selva/isla que cura, el acuerdo pre-rescate… los próximos acuerdos.
Hoy pude dedicarle un poco más de tiempo al mundillo cibernético y no me sorprendió ver como tanta gente de diferentes lugares estaba pensando lo mismo que yo. Es tan evidente la puesta en escena? O estamos todos muy obsesionados con Lost?
Es obvio que una serie de TV tenga libreto, pero que la historia de un país este siendo guionada es además de desalentador y frustrante muy indignante.
Mientras la guerra y las drogas sean el rating y merchandising del perverso productor financiador de todo esto, los colombianos seguiremos siendo los actores de reparto que año tras año ven negociar su contrato por el Ben Linus de turno.